Este personaje que os habla es algo “peculiar”, no soy Vigilante de Seguridad aún (que yo sepa), pero ya pienso como tal, porque si no fue en la 76 será en la 77, por esa razón me integro en todo aquel sitio en el que se me recibe y trata bien. No hare una segunda presentación porque temo caer en la monotonía, así que dedicare este mensaje a contaros una anécdota acaecida este mismo sábado:
Iba yo con mis santos padres de compras por alcampo y dentro de todo lo que puede pasarle a cualquier “aspirante a vigilante”, me pasó lo que menos me esperaba, al acceder al aérea de supermercado me encuentro con un “apuesto y engominado trucho” que me dice; ¡señor usted no puede acceder con bolsos sin precintar!, (normal), pues resulta que mi madre llevaba un bolso de mujer “de unas dimensiones bastante grandes” y dice; ¡señor ese también!, digo; “no, ese no”, por decirle eso me dice; ¡CUIDADO CON SUS PALABRAS PORQUE YO SOY EL ENCARGADO DE CONTROLAR EL ACCESO EN ESTE AREA!, buffffffffffffffffffffffffff!!!, no pude evitar decirle “aunque pareces un pato laqueado, no dejas de ser un trucho frustrado”, cuál sería mi sorpresa cuando cogió el walki de los chinos que le daría algún usurero de su empresa y empieza a llamar los Vigilantes como si yo fuese un terrorista…. Jajajajajajajaja, quizás se ofendió por hacer referencia a su exceso de gomina.
Sin ser Vigilante (aún) “sé lo que cuesta llegar a serlo”, por eso este tipo de personajes me producen nauseas.