Los dos vigilantes del polígono industrial de las Atalayas (Alicante) acusados de matar a un ladrón y herir al hermano de éste tras dispararles con sus armas reglamentarias se enfrentan a penas de once años de prisión por un delito de homicidio.
Ésa es la petición de condena que ha formulado provisionalmente para cada uno de ellos la Fiscalía. Manuel N.L. y Manuel A.S. serán juzgados en unos meses junto al presunto atracador que sobrevivió a la balacera, Antonio G.G., para quien la acusación pública reclama tres años de cárcel por robo con violencia.
Como ya informó este diario, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial rechazó en un auto fechado el pasado mes de abril exculpar al segundo de los vigilantes. Su abogado había recurrido el auto del procesamiento y solicitado que se le eximiera de abonar la fianza de 150.000 euros impuesta por el juez instructor «al no ser el autor de los hechos». El presidente del tribunal denegó dicha pretensión y confirmó que sentará a los dos guardias jurados en el banquillo de los acusados.
Los presuntos homicidas, que siguen en libertad a la espera del juicio, han cambiado varias veces su versión de los hechos. Todo ocurrió sobre las cinco de la madrugada del 22 de junio del 2006, cuando el fallecido, Juan José G.G., y su hermano Antonio empotraron un coche robado contra la cristalera del restaurante Saray para llevarse la recaudación de la caja y tres tragaperras.
La alarma se disparó y de inmediato se presentó uno de los guardias jurados, Manuel A.S. Los delincuentes montaron en el coche para emprender la huida. Mientras Juan José conducía, Antonio roció al vigilante con el contenido de un extintor. Una nube de polvo blanco hizo perder al conductor el control del vehículo, que quedó inmovilizado.
En ese momento llegó Manuel N.L. con un Nissan Patrol que cruzó delante del coche de los asaltantes. Durante esos segundos de confusión los guardias dispararon cuatro balas en tanto que los asaltantes les atacaban con un extintor y lograban hacerse con el todoterreno y arrancarlo para salir a toda velocidad.
«Al rebasar al vigilante Manuel A.S. éste efectuó un último disparo hacia los ocupantes del vehículo», prosigue la acusación pública en su relato de hechos.
Juan José cayó fulminado sobre el volante. Una bala le acababa de entrar por la espalda y, tras atravesar su pulmón derecho, le había matado en el acto. Antonio, que también estaba herido por arma de fuego en una pierna, trató de hacerse con el control del coche sin éxito y éste acabó volcado en la calzada.
Los guardias no han aclarado hasta ahora de qué revólver salió el tiro letal, algo que deberá determinar la Audiencia. De cualquier manera, la Fiscalía acusa a ambos del homicidio y pide que indemnicen a los familiares del difunto con un total de 185.000 euros.
http://www.laverdad.es/alicante/20080926/provincia/alicante-vigilantes-acusados-matar-20080926.html