Los 400 ojos del Metro El dispositivo de vigilancia de este transporte público, en el que se trasladaron miles de aficionados del Bayern y el Inter hasta el aeropuerto al finalizar el partido, funcionó a la perfección. No se detectaron problemas ni incidentes de consideración
Todos lo sabían en Metro: el punto crítico del sábado era el final del partido de la Champions y la vuelta de decenas de miles de hinchas, unos exultantes y otros decepcionados, al aeropuerto para tomar sus vuelos de vuelta. De ahí que se impusieran medidas de refuerzo de la vigilancia durante la madrugada del domingo, en que la línea 8 abría de forma extraordinaria para facilitar la salida de los aficionados. Decenas de cámaras se encargaron de hacerlo en 40 estaciones de las líneas 10 y 8, las que rodean el estadio Bernabéu y llegan a Barajas.
Desde el centro de control de Nuevos Ministerios, varias pantallas permitían seguir en directo todo lo que ocurría: el acceso de viajeros desde el aeropuerto al Metro -una avalancha de camisetas rojas indicaba la reciente llegada de un vuelo de Alemania-, la normalidad dentro de los vagones y el tránsito de pasajeros por los andenes.
El cambio en las taquillas
Es tal la precisión del sistema que incluso permite conocer cuánto cambio hay en las taquillas, explicó el consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, que quiso supervisar en directo la operación de la madrugada del domingo, una de las de más calado de Metro.
De hecho, fueron decenas de miles los hinchas que tomaron ese transporte al finalizar el encuentro, para trasladarse a Barajas, donde esa madrugada estaba prevista la salida de 268 vuelos, de los que 178 iban a Milán, 52 a Munich y 38 a Roma.
Aunque la Unión Sindical de Controladores Aéreos avisó de la posibilidad de «retrasos importantes» en las salidas por lo que consideró «pasividad» de Aena a la hora de adoptar medidas, todo transcurrió con normalidad.
Sala de control
El dispositivo de seguridad del Metro está compuesto por más de 400 cámaras, repartidas en seis salas de control que están distribuidas por toda la red. En cada una de ellas, hay vigilancia 24 horas al día: no sólo durante el horario en que el Metro está abierto al público -desde las 6 de la mañana a la 1.30 de la noche-, sino también en esas otras horas en que no hay pasajeros pero se desarrollan la mayor parte de las operaciones de mantenimiento.
Es en estas salas donde se controla lo que ocurre en vestíbulos, andenes y el interior de los vagones. Y también desde aquí dirige a los vigilantes de seguridad que patrullan el interior del Metro hacia aquellos lugares donde se detecta algún incidente o posible problema.
La noche en Metro transcurrió con normalidad: muchos de los aficionados de ambas aficiones compartieron vagones durante sus traslados hacia el aeropuerto, sin que se registraran problemas. A ello ayudó, sin duda, la rapidez del viaje: desde Nuevos Ministerios, en apenas 12 minutos se alcanza Barajas.
http://www.abc.es/20100524/madrid-madrid/dispositivo-vigilancia-ojos-metro-20100524.html