Las trabas a la vigilancia en Baiona permiten coger almeja contaminadaLos guardapescas conocen la situación, pero denuncian que no pueden intervenir por la presión de la cofradía
El jefe de los guardapescas, ante una bolsa de almeja
extraída en zona C que no le permiten decomisar
Mariscadores sin licencia invaden el estuario del Miñor, calificado como zona C por los vertidos de aguas fecales
La prohibición de vigilar establecida por la cofradía de pescadores de Baiona para todas aquellas actividades ilegales que no estén relacionadas directamente con el percebe favorece el furtivismo y es causa de un problema de salud pública en la villa turística que desconocen los consumidores. No hay seguridad de que algunos productos que se ofrecen en las cartas de restaurantes que suelen compran a los furtivos cumpla con todas las garantías sanitarias.
Hay mariscadores sin carné que extraen la almeja fina de un área que está contaminada por vertidos de aguas fecales y cerrada al marisqueo por parte de la Consellería do Mar.
Los vigilantes lo saben, pero no pueden hacer nada, porque poner una denuncia puede ser motivo de despido por la cláusula que el patrón mayor, Fernando Leyenda, impuso en sus contratos cuando tomó el control de la cofradía el año pasado. La falta de saneamiento o el mal funcionamiento de las estaciones de bombeo en determinadas poblaciones de Gondomar es uno de los principales factores de la contaminación del río Miñor.
Cierre por fecales
Este caudal desemboca en el estuario delimitado por la península de Monte Lourido y la punta de la playa Ladeira. Se trata de un área con una gran biodiversidad y de una enorme riqueza marisquera, pero la Xunta se vio obligada hace años cerrarla a la extracción productiva por el problema de contaminación.
Como los inspectores no pueden actuar, los furtivos campan a sus anchas llevándose la almeja fina que se cría en estos espacios contaminados y que va a parar directamente a restaurantes o a los consumidores particulares que la compran. El marisco así extraído no cuenta con ningún control sanitario ni proceso de depuración. La Consellería do Mar busca una solución y ha anunciado la creación de una comisión de seguimiento del convenio firmado con la cofradía de pescadores para velar por la protección de los recursos y normalizar el servicio de vigilancia pesquera que subvenciona.
http://www.lavozdegalicia.es/galicia/2010/06/17/0003_8555111.htm