La Audiencia Provincial de Albacete ha confirmado la pena de tres años y medio de cárcel impuesta por el Juzgado de lo Penal 1, para un hombre que intentó que le volvieran a contratar para llevar la seguridad de una obra, mediante extorsión.
En su recurso, el acusado se queja de la forma en la que el Juez ha valorado la prueba, como de la calificación jurídica de los hechos, que también considera equivocada, al entender que en todo caso no se alcanzaría la consumación del delito, sino sólo la tentativa.
Respecto de la prueba, la sentencia afirma, «que los testigos se mostraron reticentes a declarar sobre lo sucedido, escudándose en pretextos como no recordar los detalles, denotando claramente encontrarse aún amedrentados. Por otra parte, se considera que en la sentencia apelada se hace una valoración de la prueba detallada y minuciosa, razonándose adecuadamente sobre las conclusiones alcanzadas».
En cuanto a la consideración de que se trata de un delito en grado de tentativa y no consumado, la sentencia explica, que sólo habiendo conseguido el recurrente la resolución de los contratos concertados entre la empresa que realizaba las obras y la de seguridad, que sustituía a la del acusado, el delito ya está consumado.
Los hechos
Según explica la sentencia en el mes de agosto de 2005, el acusado J.F.F., vigilante, natural y vecino de Albacete, contrató verbalmente con una empresa de construcción la vigilancia de las obras, que la misma estaba realizando en el sector 12 de la ciudad, fijándose como salario 1.800 euros mensuales.
El trabajo de vigilancia era realizado tanto por el acusado, como por otras personas, que trabajaban para él y a quienes pagaba.
Un año después, en septiembre de 2006, la citada empresa decidió prescindir de los servicios del acusado, contratando a una empresa que dedicaba profesionalmente a ofrecer servicios de seguridad.
Enterado J.F.F. de esta gestión, se dirigió a las oficinas de la compañía que le había despedido, diciendo que la nueva empresa contratada duraría apenas un día de trabajo, y que si no volvían a contratarle a él, saldrían en una caja de pino, iban a arder coches y casetas y tendrían que venir con dos 'civiles'.
El 2 de octubre, dos vigilantes de la nueva empresa empezaron a desarrollar su trabajo en las citadas obras y el acusado se dirigió allí y les dijo que tenían que marcharse, porque aquella era su obra, les amedrentó para que se marcharan, y abrió el maletero de su coche y les mostró, de manera intimidatoria, un objeto que llevaba en el interior y que a los trabajadores les pareció una escopeta. Dos días después, la empresa de seguridad rescindió su contrato firmado, por lo sucedido a sus empleados.
Otra constructora contrató los servicios de vigilancia de la empresa de seguridad, pero los trabajadores de la misma sólo desempeñaron su trabajo un día, debido a que J.F.F., igualmente, se dirigió a ellos amedrentándoles y diciéndoles que iban a tener problemas si no lo contrataban a él. En esas mismas fechas, el acusado fue a la otra constructora antes citada en varias ocasiones, reclamando en tono intimidatorio cantidades de dinero, que no se correspondían con lo pactado.

http://www.laverdad.es/albacete/v/20100617/albacete/confirman-pena-para-hombre-20100617.html