Los jueces condenan el despido de una mujer que se negó a echar trabajadores para contratar a socialistas
"Dime a quién despedimos, que hay que contratar a los del PSOE". Es una
frase para la historia de la inmoralidad política en Andalucía. Ocurrió
en la Diputación de Granada (en la imagen, su presidente) y estos
hechos son considerados "probados" por la sentencia que favoreció a la
responsable de Segurisa en la Diputación de Granada, Ascensión Ruiz
Ruiz, que se negó a aceptar la orden del PSOE y que, por ello fue
sometida a "mobbing" y finalmente despedida.
LD (Pedro de Tena) Este es un nuevo método de colocar a los amigos,
familiares y correligionarios y tiene que ver con las empresas
privadas. Se coge a una empresa privada a la que una Institución ha
contratado para un servicio y se le conmina a que dé una lista de
trabajadores que pueden ser despedidos para que sus puestos sean
ocupados por personas del Partido Socialista o decididas por el Partido
Socialista. Según ella misma en declaraciones a El Mundo, fue incluso
amenazada de muerte por negarse a meter a gente del PSOE en la
Diputación. Viñeta de Canalsú.
Hasta ahora se conocían algunos métodos básicos de colocar a familiares
y amigos del PSOE en las Administraciones y Empresas Públicas: por la
cara, como se ha hecho en muchas ocasiones en las empresas públicas;
con pruebas de acceso diseñadas ad hoc para las ocasiones;
desarrollando y ampliando el número de interinos, eventuales y
laborales; haciéndolo por libre designación; aprovechando la mayoría
del número de militantes socialistas en los tribunales de pruebas de
acceso en pueblos y diputaciones; impidiendo el libre acceso del
público a puestos de trabajo de acuerdo o no con los sindicatos... Un
amplio operativo destinado a "ocupar" posiciones de poder en los
órganos vitales, económicos y administrativos de la sociedad andaluza.
Pero este nuevo método era desconocido. Toda la prensa andaluza,
incluso El País, ha destacado que una sentencia ha revelado prácticas
verdaderamente "reprochables", según el Juez, en la Diputación de
Granada para contratar a "amigos, familiares o militantes" socialistas.
La tropelía, que conllevaba el despido de profesionales de la empresa
con familias a cargo para beneficiar a militantes socialistas fue
protagonizada por el coordinador de Seguridad de la Diputación de
Granada, Juan Carlos Adarve, un histórico del PSOE de esta provincia.
Este es un cargo de confianza y de libre designación del Presidente
socialista de la institución granadina, Antonio Martínez Caler, y, por
si fuera poco, es miembro de la Comisión provincial de PSOE granadino
además de responsable de la administración y el patrimonio. También
pertenece a la Asamblea de CajaGranada.
Este cargo de confianza socialista pidió a la jefa de Segurisa en la
Diputación de Granada el listado de candidatos a ser despedidos, para
colocar en su puesto a los militantes del PSOE. Se dice en la sentencia
que "todo se explica con las irregularidades en el proceso previo de
adjudicación del contrato". El magistrado del Juzgado de lo Social
número 1 de Granada, Jesús Rodríguez Alcázar, se pregunta en su
sentencia cómo el coordinador de seguridad de la Diputación, Juan
Carlos Adarve Moreno, "podría tener esta capacidad de influencia en una
empresa privada como es Segurísa". La empresa se hizo con la
adjudicación del servicio de vigilancia y seguridad de los centros
públicos de la Diputación de Granada por valor de 4,3 millones de euros
el 1 de enero de 200S. El juicio seguido por el despido de la jefa del
servicio de seguridad privada de la Diputación, Ascensión Díaz Ruiz, ha
puesto al descubierto irregularidades en esa adjudicación, propiciada
al parecer por el propio Adarve si bien el Juzgado no considera
suficientemente acreditada tal intervención.
Eso sí, el juez añadió que aunque ese asunto "no es objeto de este
proceso ni se ha practicado prueba suficiente, por lo que las personas
que puedan conocer lo sucedido deberían en su caso denunciar penalmente
tales hechos". Con estos antecedentes, los responsables socialistas
acosaron y despidieron a los dos meses a esta trabajadora, separada y
con 4 hijos, que se negó a facilitar los 'enchufes'." Para el juez ha
quedado "plenamente acreditado" que el "origen" de las diferencias
surgidas con la jefa del servicio de seguridad de la Diputación fue su
negativa a facilitar un listado de trabajadores que "podían ser
despedidos". Llevaba 12 años trabajando en la Diputación al frente de
los vigilantes de seguridad.
Estos hechos han quedado acreditados con la "creíble" declaración de la
trabajadora que fue despedida y del "testigo presencial" Lisardo
Antequera, el cual "de forma clara y rotunda sostuvo que delante de él"
el cargo de confianza, Adarve, le pidió a Ascensión Díaz Ruiz el
listado de nombres para despedir, señala el fallo. Cuando la jefa de
servicio se negó a las pretensiones del cargo de confianza, fue
desalojada del despacho que ocupaba en la Diputación y dejó de cobrar
un complemento de 900 euros que percibía.
Para justificar estas represalias, la empresa dio "una explicación
absurda", como decir que el desalojo del despacho es "por el bien de la
trabajadora, debido a la mala cobertura de los móviles en el sótano en
el que estaba, cuando allí disponía de teléfono fijo y ordenador con
conexión a internet", dice el fallo. Además se desvela que el tal
Adarve "ordena colocar una cámara de seguridad que graba el lugar en el
que se encuentra" la trabajadora que luego fue despedida.
La visión de la afectada revela cómo opera "la tela de araña".
En una entrevista publicada este jueves por El Mundo con Ascensión Ruiz
esta dice haber sido amenazada de muerte por negarse a meter a gente
del PSOE en la seguridad privada de la Diputación de Granada. Este un
fragmento:
Pregunta.-¿Cómo se quedó cuando el cargo de confianza del PSOE Juan
Carlos Adarve le dijo que debía darle una lista con nombres de
vigilantes que se podían despedir para contratar a (militantes,
familiares y amigos del PSOE», tal y como dice la sentencia?
Respuesta.- Fue una sorpresa. Ya en otras ocasiones me había dicho que
contratáramos a una persona o a otra. Era una práctica habitual, pero
nunca con despidos por
delante. Si había hueco para trabajar, él daba el visto bueno a los
curriculum de los vigilantes. Mi sorpresa es que cuando le digo que no
hay hueco, me dice "pues dime a quién podemos despedir".
P.- ¿A quién quena contratar?
R.- Me dijo que era un favor personal que le debía al secretario
general de la agrupación socialista de Chauchina [un municipio de
Granada] y que tenía que meterlo a la fuerza. Tenía mucha prisa. Dicho
y hecho. Ya había gente del partido [socialista] trabajando por orden
suya, pero lo hizo sin hacer este daño de querer despedir a otras
personas.
P.- ¿Tenían algún privilegio los del PSOE?
R.- Sí. En otras ocasiones ya me había dicho, 'hazle un contrato
indefinido a éste' y yo le respondía que no, que había otros más
antiguos, pero le daba igual.
P.- Entonces, sólo entraban las recomendaciones del PSOE?
R.- Totalmente, es que entraban todos los que decía él [Juan Carlos
Adarve, el cargo de confianza]. Normalmente, eran favores. De una chica
en concreto que contratamos, Adarve me dijo que era un compromiso
directo del presidente [de la Diputación de Granada, Antonio Martínez
Caler], pero en ese caso no hubo daño porque otro compañero pidió una
excedencia y entró por él. Hubo favoritismo, pero no un daño, no era
esta barbaridad que me pedía ahora.
P.- La sentencia reconoce que era «habitual» que cuando se debía cubrir
algún puesto entre los vigilantes de seguridad «se acudiera a personas
cercanas al PSOE, siendo Adarve quien indicaba el nombre de quien
podría ser contratado».
R.- Sí, Adarve tenía que dar el visto bueno a todos y decía quién
entraba y quién no. Luego, en conversaciones informales, me contaba
'éste es' del PSOE, éste es concejal de no sé dónde'... Siempre
sabíamos que eran personas cercanas al partido y amistades del partido.
P.- ¿Por qué tenía tanto poder Juan Carlos Adarve?
R.- [Silencio] Lo único que puedo decir es que conmigo ha alardeado de
que él ha llevado, digamos, las miserias del partido [socialista] y se
veía bien protegido. Pensaba que ... No sé cómo explicarlo...«Juan
Carlos Adarve se sentía intocable porque tenía información sobre las
miserias del PSOE»
Cese del "cargo de confianza"
Aunque el PP pidió este miércoles la dimisión del presidente de la
Diputación Provincial de Granada, Antonio Martínez Caler (PSOE), por
considerar que, como conocedor de los hechos, tiene la máxima
responsabilidad en este caso, el que sí ha sido destituido en sus
funciones ha sido "el cargo de confianza", el históricos del socialismo
granadino Juan Carlos Adarve.
La decisión de su relevo se tomó ayer, sólo un día después de conocerse
una sentencia que establece que Juan Carlos Adarve y la empresa
adjudicataria del servicio de seguridad de la Diputación acosaron
laboralmente a una vigilante. A pesar de la sentencia detalla que el
motivo del acoso fue que la trabajadora se negó a facilitar a Adarve
nombres de compañeros a los que "se podía echar" para contratar a
otros, "militantes del PSOE, familiares o amigos de éstos", la
Diputación, gobernada por PSOE e IU en coalición, negó ayer los hechos
y aseguró que "jamás" ha ordenado el despido de ningún trabajador ni la
contratación de militantes socialistas.
http://www.libertaddigital.com/nacional/despiden-a-una-mujer-que-se-nego-a-echar-a-trabajadores-para-contratar-a-afiliados-al-psoe-1276342867/