Ancheta y escudos para setenta héroesAYER SE CELEBRÓ el día del vigilante -
al que ahora hay que decirle guarda de seguridad- y un grupo de más de medio centenar fue homenajeado por Andevip. Sobresalió uno que atendió un parto exitoso en abril en la portería de Comfama.
El director ejecutivo de Andevip, Carlos Mario Gaviria, le impone el escudo de honor a Luis Leonardo Torres, en los momentos previos al homenaje general a sus colegas.
Luis se hizo héroe por atender exitosamente un parto. Aunque por su humildad no le interesaba sacar pecho, con su gruesa contextura física a Luis Leonardo Torres le fue imposible ocultar que era el héroe de la jornada y sobresalir en un recinto en el que se homenajeó a cerca de 70 compañeros suyos.
Era el día de vigilante y el cuarto piso del edificio de Comfama San Ignacio se llenó de estos hombres y mujeres, que llegaron puntuales, a las 10:00 a.m., con sus uniformes muy bien puestos y sus corazones llenos de emoción porque, por una vez, se sintieron muy importantes y reconocidos.
Andevip -la asociación que los agremia- les hizo un reconocimiento por ser garantes de la seguridad en las empresas e instituciones donde laboran y por su valiosa alianza con la Policía para luchar contra el crimen.
¡Y claro!, ellos felices, pues pocas veces la sociedad les reconoce su trabajo. Lo dijo John Jairo Quiceno, un padre de familia de 48 años y con 18 en el oficio: "a uno a veces lo ven como el enemigo y este homenaje es algo muy lindo, mis hijos van a estar orgullosos".Y si eso expresó John, qué diría Luis Leonardo, quien fungió como estrella porque un día le tocó algo para lo que no estaba preparado pero que enfrentó a lo héroe.
"Atendí un parto, yo había visto algo en la prensa y en los cursos, pero no creí que me iba a pasar a mí", relató.
Ocurrió el domingo 24 de abril en la madrugada. Luis labora en la torre San Ignacio de Comfama, donde hay un servicio de urgencia en salud que funciona hasta los sábados, pero ese domingo la mujer llegó con su esposo para ser atendida.
"Les estaba explicando a dónde debían ir, cuando ella empezó con las contorsiones y de pronto el bebé se vino, yo casi lo paré en el aire".
Según su versión, el papá se quedó pasmado y de nada le sirvió que estuviera ahí, a su lado. La bebita fue llevada luego por la Policía a una clínica cercana y en la tarde, cuando salió del turno, Luis fue al hospital a buscarla.
"La mamá me reconoció, me dio las gracias y me dijo que la nenita estaba bien, fue muy satisfactorio para mí".
Por eso, este hombre fue aplaudido y ayer contaba con orgullo su historia. Anhela volver a ver a la niña, pues nunca más volvió a tener contacto con los padres.
Por estas obras, Carlos Gaviria, director ejecutivo de Andevip, los elogió, les impuso escudos y les entregó anchetas.
Algunas eran mujeres, entre ellas Yenny Marín, una madre de 38 años que hace seis años porta el uniforme para darle seguridad a Leonisa:
"Es más difícil para nosotras, porque es un gremio machista, pero uno demuestra las capacidades y al final ellos aceptan", comentó.
Algo quedó claro en los discursos: qué cuentos de que guachimanes, vigilantes, celas o serenos (como les decían en otro siglo porque trasnochaban apagando velas), ahora se llaman guardas de seguridad, gente que aporta lo mejor de sí para que todos vivamos más tranquilos.http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/A/ancheta_y_escudos_para_setenta_heroes/ancheta_y_escudos_para_setenta_heroes.asp?CodSeccion=179