Casesa tiene hambre de Andalucía. La quinta empresa de seguridad de España, por detrás de Prosegur, Securitas, Eulen y Segur Ibérica, abrirá este mes en Sevilla su cuarta oficina en la comunidad con el objetivo de expandirse por la zona occidental. Hasta el momento, la firma se había volcado con las provincias de Málaga (con dos delegaciones, una en la capital y otra en Marbella), Granada (con una tercera oficina) y Almería. Presente en la región desde hace nueve años, ya cuenta con 50 clientes, factura 20 millones de euros y emplea a 500 trabajadores.

La inversión que realizará Casesa en su expansión en la comunidad asciende a un millón de euros, un montante que se verá incrementado cuando materialice la adquisición que está tanteando. "Creceremos en Andalucía gracias a nuestra labor comercial, pero también a través de compras; buscamos una empresa del sector que tenga una importante presencia a nivel local o regional", explica Fernando Rodríguez, director comercial de Casesa. Los planes de la compañía también pasan por adquirir firmas en Cataluña y la Comunidad Valenciana antes de finales de 2011.

Casesa cerrará 2010 con un volumen de negocio de 20 millones de euros en Andalucía, un 18% más que el año anterior, e incrementará la cifra otro 12% de cara a 2011. "La crisis se dejará notar este ejercicio pese a nuestra mayor presencia en la región; aun así, seguiremos creciendo más que la media del sector de la seguridad", asegura Rodríguez. En el punto de mira de la compañía están los nuevos metros de Sevilla, Málaga y Granada -ya tienen experiencia con el de Madrid y Bilbao-, en la Administración Pública -especialmente, en Sevilla y Córdoba-, pero sobre todo en el sector privado. "Queremos dar servicio en Andalucía a los clientes que ya tenemos a nivel nacional -Adif, Renfe, Iberdrola, Endesa, Repsol YPF, FCC...-", especifica.

El músculo financiero de Casesa para acometer su expansión tanto en Andalucía como en el resto del territorio español viene dado por la firma de capital riesgo Baring Private Equity Partners, que ha adquirido el 66% de la sociedad. Aquélla es la artífice de una inversión global que asciende a 12 millones de euros, que en breve ascenderán a 18. El objetivo no es otro que pasar de ser la quinta a la tercera compañía de seguridad que opera en España en unos años. Casesa alcanzará los 141 millones de facturación en 2010, casi un 8% más que el año anterior, y prevé rebasar los 200 millones "en un plazo no superior a los tres años", vaticina el director Comercial. Hoy por hoy, su cuota de mercado es del 2,8% en un sector en el que operan más de 150 empresas. Las 15 primeras acaparan el 60% del mercado.

Los servicios que ofrece Casesa abarcan los campos de la vigilancia -vigilantes de seguridad, circuitos cerrados de televisión, detección de explosivos...-, la protección de personas -escoltas-, la instalación de sistemas electrónicos de seguridad y la consultoría. "Nuestro éxito radica en que damos una atención directa e inmediata al cliente, ya que nuestros precios son similares a los de la competencia", señala Rodríguez. Si la buena marcha continúa, la empresa prevé contratar a 60 personas más este ejercicio 2011.

http://www.diariodesevilla.es/article/economia/873249/casesa/se/refuerza/andalucia/y/planea/adquirir/alguna/empresa.html

CASESA le dió un buen palo a la pobrecita Omega por aqui cerquita la verdad, además dicen las malas lenguas que tiraron por los suelos los precios, pero que, incomprensiblemente respetan el convenio al personal subrogado. Serán los Reyes Magos¿?

delunel escribió:

...dicen las malas lenguas que tiraron por los suelos los precios, pero que, incomprensiblemente respetan el convenio al personal subrogado...

Son tácticas agresivas para hacerse con un mercado asfixiando hasta la extinción a los competidores que no puedan aguantar economicamente, ultimamente parece que se han puesto de moda, cuando Eulen se hizo con el contrato hacional de Carrefour con una oferta ridiculamente baja, leiamos comunicados sindicales y noticias de prensa que advertian de que esta empresa trataba de repercutir en los trabajadores una parte importante del coste de su aventura, amenazando a los subrogados con largos litigios que imposibilitarian siquiera de cobrar el paro a quienes no se avinieran a renunciar a su antigüedad, darse de baja y ser contratados empezando de nuevo, ¡una vergüenza!.
Pero estas genialidades son pan para hoy y hambre para mañana, el cliente no entenderá que una vez posicionada y libre de competencia Casesa pretenda volver a precios viables y entonces puede que aparezca un pez mas grande que se los coma con la misma táctica. El único beneficiado es el cliente, que se acostumbra a unos precios imposibles y que se agarrará a ellos como una lapa y los perjudicados somos todo el sector de la seguridad privada que termina convirtiendose en un todo a cien "barato, barato" sin medios, estabilidad, calidad ni profesionalidad.