Con nocturnidad y alevosÍaEl trabajo nocturno es una posibilidad no deseada por muchos trabajadores, ya que transforma la vida de las personas y afecta a las relaciones familiares
Juan Moreno trabaja como técnico de transporte sanitario.
José Antonio Romero, en su puesto en el control de vigilancia en Bahía Sur
La noche está para dormir o para disfrutarla y el día para trabajar. Sin embargo, hay personas que cuando cae el sol se tienen que preparar para acudir a su puesto de trabajo.
Están los empleos por turnos, donde cada poco tiempo se alternan el día, la tarde y la noche. También tenemos trabajos en los que es necesario realizar guardias cada ciertos días para cubrir las necesidades del servicio nocturno. Por último, están los que no tienen más remedio que hacer de la luna su compañera y fiel amiga durante el desarrollo de su oficio.
Bomberos, policías, médicos, enfermeros, cuidadores, basureros, barrenderos, limpiadoras, vigilantes de seguridad, recepcionistas, camareros, porteros de discoteca, operarios de fábricas y un largo etcétera de profesiones tienen su razón de ser en la noche.
Un ritmo de vida diferente al del resto de los mortales que pueden alterar las relaciones sociales y familiares y la propia salud. Sin embargo, a pesar de no ser un horario deseado cuando la necesidad llama a la puerta, el sacrificio de trabajar a horas intempestivas se convierte en una obligación que se termina sobrellevando.
Uno de los principales centros de trabajo durante la noche en Cádiz es la Lonja Municipal de frutas y hortalizas. Es el momento para que el género llegue desde las cooperativas y agricultores para ser subastado y comprado por los minoristas. Mariano Varela lleva cerca de 30 años trabajando en la carga y compra para minoristas. A pesar de llevar tanto tiempo dedicado a esto, insiste en que "la noche está para dormir y es muy mala para trabajar".
Trabajador por cuenta propia tras ser empleado anteriormente de un mayorista, Mariano explica que "después de tanto tiempo al final te haces a la noche. Sin embargo, para mí es un descontrol porque duermo después de comer y el sueño no es el mismo que por la noche. Te acostumbras a llevar este ritmo, pero nunca terminas de hacerlo del todo".
Con un horario de 3:30 a 8:30 horas, cuenta que "a estas horas me he adaptado mucho mejor. Antes, empezaba a las 12 de la noche y era mucho peor de llevar, ya que era cenar e irte a trabajar, mientras que ahora puedo dormir un poco antes de entrar".
Una época en la que se sufre más el desajuste por tener un trabajo de noche es en verano. "Se pasa fatal por la calor cuando intentas dormir y no se descansa bien. Eso se nota muchas veces en el mal humor", asegura Mariano.
Padre de dos hijos de 29 y 23 años, Mariano comenta que "cuando eran pequeños yo los veía por la mañana al llegar de trabajar y por la noche antes de irme. Además, a diferencia de otros mercados, aquí en Cádiz sí se trabaja la madrugada del sábado, por lo que sólo se libra la del domingo. Por eso, el fin de semana era dedicado a ellos".
Sin embargo, todo también tienen su lado positivo. "Dentro de lo malo, tienes el día libre para ti", asegura.
El sector sanitario es otro en el que el trabajo nocturno es primordial entre turnos y guardias. Los servicios de urgencias y ambulancias son necesarios para velar por los ciudadanos. Juan Moreno es técnico en transporte sanitario. Coordinador en el turno de tarde, alterna una semana de noche cada mes y medio, además de las correspondientes guardias. Entre sus funciones en el horario nocturno está el transporte de urgencias y de enfermos para diálisis en la provincia de Cádiz.
En cuanto a su trabajo, el principal problema de la noche está en algunas situaciones que no se pueden solventar por falta de personal. "Hemos tenido casos de pacientes con obesidad mórbida que viven en un tercero o un cuarto sin ascensor. Para esas actuaciones, hemos tenido que esperar hasta la llegada del turno de mañana para resolverlo".
Cuenta Juan que cuando tiene el turno nocturno "me afecta bastante el cambio. En las comidas mi cuerpo lo nota bastante. Normalmente, cenas antes y por la noche siempre aparece el apetito. Además, el desajuste se sufre porque a esa hora deberías de estar dormido y se altera tu biorritmo para comer y dormir".
Un turno cambiante como el que tiene Juan hace que su cuerpo "no termine" de adaptarse. Lo llevo fatal porque te habitúas a descansar a unas horas y cuando estás trabajando el cuerpo te lo pide. La peor es la primera noche, en la que se pasa mal. La segunda se lleva regular y ya el resto de la semana que estoy de noche me va bien".
Entre sus compañeros, asegura Juan que "hay gente muy interesada en trabajar la noche para dedicar el resto del día a sus niños. Yo no tengo ningún inconveniente en cuanto a los turnos ya que ni estoy casado ni tengo hijos". Además, por lo que ve en las personas que sí tienen el turno fijo de noche, afirma que "no veo que les afecte trabajar siempre a esas horas, ya que están habituados perfectamente".
Su ritmo en la semana que está de noche es "descansar cuando llego a casa hasta las tres para almorzar y así puedo aprovechar toda la tarde para mí".
Otro oficio que también se encuentra bastante ligado a este tipo de horario es el de la vigilancia privada. José Antonio Romero trabaja en el control de seguridad de Bahía Sur. Antes, también experimentó lo que es trabajar de noche como operario de la General Motors.
José Antonio comenta que "trabajar de noche me sirve para poder compaginar mi vida familiar y social. Así, puedo organizarme para coincidir con mis amigos o poder ver a mi hijo jugar al fútbol. Siempre es más fácil coger la noche que la mañana, por lo que lo que pierdo en trabajar a esa hora lo gano en atención a mi familia".
Para trabajar de noche, afirma el vigilante de seguridad que "la salud es lo primero. Hay que saber cómo dormir y me he adaptado bien a este horario. De todas formas, aunque hago mis comidas normales, no se come como se debe y siempre por la noche picas algo para intentar engañar al sueño".
Su lugar de trabajo, en el control de seguridad, puede ser propicio para echar una cabezadita, algo a evitar. "La noche es más rollo porque hay menos actividad y como no te andes listo y descansado el sueño te acaba cogiendo", explica.
Entre su gremio, el de la vigilancia privada, cuenta que "el turno de noche es muy peligroso. Por suerte, mi puesto no lo es, pero los compañeros que están de ronda sí pasan peligro porque quien intenta hacer algo de noche va a lo que va. No es como el que por el día roba una camiseta".
Lo peor que ha visto José Antonio desde que trabaja en Bahía Sur es "algún intento de alunizaje. Han empotrado coches contra las dos joyerías que hay en el centro comercial. También lo han hecho contra las puertas de las galerías".
En este tipo de situaciones, dice el vigilante que "con lo que tenemos para defendernos, lo que debemos hacer es mirar, tomar los datos y dárselos a la Policía. Si se puede evitar, lo hacemos, pero lo más importante es que recopilemos todas las grabaciones de las cámaras y coger las matrículas".
http://www.diariodecadiz.es/article/cadiz/1017420/nocturnidad/con/y/alevosia.html