El infierno estalló en 15 minutos
Los dos últimos empleados en salir de Leroy Merlin no percibieron anomalíasLa Guardia Civil determinará si hubo un cortocircuito, como apuntan las sospechas
No va a ser una tarea fácil. Así resumen distintas fuentes, tanto de la Guardia Civil como de los Bomberos y la propia empresa afectada, el camino que se abre ahora para discernir qué fue lo que provocó el incendio que destruyó los 6.000 metros cuadrados de la tienda Leroy Merlin de Majadahonda. Con los escombros aún humeantes, los investigadores ya han comenzado a tomar las primeras declaraciones a los que, probablemente, sean los dos testigos más importantes del caso: los empleados, uno encargado del cierre y otro de seguridad, que permanecieron en el establecimiento hasta pocos minutos antes de que se desataran las llamas.
Diez de la noche del lunes pasado. El centro comercial cierra al público. Los últimos clientes abandonan el recinto y se cierran las cajas. El trabajador permanente encargado por turno del cierre ese día comienza a realizar la ronda de verificación. Lleva unos cinco años en plantilla. También, como lo marca el protocolo de la empresa, hace la última inspección un vigilante de seguridad. Fundamentalmente, su labor se basa en comprobar que los sistemas electrónicos están desactivados y, por otra parte, que los dispositivos de seguridad y anti-incendios se encuentran trabajando de manera satisfactoria. Según declararon ante la Guardia Civil, todo estaba en orden. Cerraron la nave y el acceso a la zona de aparcamiento, que es exterior y se salvó finalmente de las llamas.
Abandonaron el recinto a las diez y media de la noche, aproximadamente. A partir de ahí, comienza la gran incógnita. Porque, entre quince y veinte minutos más tarde, las llamas comenzaron a dejarse notar. Pocos instantes después, salta la alarma, avisando de que hay fuego. La central de Prosegur recibe el aviso y envía a un «acuda» a verificarlo. Cuando esta persona llega al lugar, observa que, efectivamente, hay fuego, en la zona frontal, la más cercana a la entrada principal.
A las 23.03 horas, el 112 recibe la primera llamada de socorro. Se presume que es la del «acuda» de la empresa de seguridad. Enseguida, se da parte al director del centro de Majadahonda, Ignacio Tejada, y al resto de responsables de la compañía. Hasta allí acudieron 15 dotaciones de Bomberos de la Comunidad de Madrid, así como, en prevención, el Summa y Cruz Roja. El consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados, y el alcalde majariego, Narciso de Foxá, presenciaron de primera mano las labores de extinción.
¿Un cortocircuito?
Lo primero que se vino abajo fue la cubierta de la enorme nave, una estructura metálica de poco peso, precisaron fuentes de Emergencias 112-Comunidad de Madrid. La velocidad en que se propagó el fuego fue vertiginosa, lo que ha provocado todo tipo de comentarios.
Entre los rumores de los que se habla, aunque el Equipo de Incendios Estructurales de la Guardia Civil aún no ha podido entrar en el solar para comenzar la investigación, es un cortocircuito. Oficialmente, es pronto para una hipótesis, sea fortuita o intencionada. El hecho de que la tienda estuviese llena de material inflamable —pinturas, disolventes, madera— dificultará encontrar el foco.
http://www.abc.es/20110119/madrid/abcp-infierno-estallo-minutos-20110119.html