El vandalismo supone tres millones de euros al año a las arcas municipales
La mayor parte de las actuaciones son reposición de contenedores y cristales y limpieza de pintadas.Las riberas se han convertido en los últimos meses en un punto habitual de botellón.
Los actos vandálicos que se producen diariamente en Zaragoza suponen cada año a las arcas del ayuntamiento un desembolso de tres millones de euros. La mayor parte de los arreglos que el consistorio tiene que llevar a cabo corresponden a la colocación de cristales en las marquesinas, limpieza de pintadas, y reposición de contenedores que han sido quemados.
Esta última práctica, que afecta a prácticamente todos los distritos de la ciudad --con Las Fuentes, San José y Delicias a la cabeza--, representó el año pasado un gasto de 260.000 euros para el consistorio. El aumento de estas acciones --tan solo en el 2010 ardieron 270 depósitos-- han provocado que la Policía Local y Nacional se hayan visto obligadas a desplegar dispositivos especiales para tratar de dar caza a los pirómanos. La pena de prisión para estos delincuentes puede llegar hasta los tres años en determinados casos.
Aunque el vandalismo no se concentra en puntos concretos, lo cierto es que este tipo de actos se han cebado en los últimos meses con algunos tramos de las riberas del Ebro, que además se han convertido en lugar habitual de botellón.
CLUB NÁUTICO Un ejemplo es la zona del embarcadero de paseo Echegaray, justo al lado del Club Naútico. Este es uno de los puntos que más ha sufrido el efecto de estas acciones durante el último año. Tras meses de vandalismo, el Ayuntamiento de Zaragoza y la empresa que gestiona el establecimiento han firmado un acuerdo para dar solución a una situación que afecta a ambas partes.
De este modo, el vigilante privado contratado por la compañía para cuidar de sus instalaciones y de uno de los ascensores, ampliará sus funciones y tendrá que controlar también los actos vandálicos en toda la zona.Actualmente ese punto se encuentra en estado de abandono y los vándalos incluso han averiado los ascensores de uso público, que permiten descender desde la calle hasta la ribera. De este modo, las personas de movilidad reducida no tienen manera de llegar hasta la planta baja. Botellas, orines y mobiliario destrozado es lo que se pueden encontrar los viandantes que pasen por esta zona.
Según fuentes oficiales, la situación cambiará en los próximos días, cuando el acuerdo entre en vigor. En estos momentos se está presupuestando el arreglo, que correrá a cargo tanto del ayuntamiento, como del Club Náutico a partes iguales. El documento establece además que a partir de ahora, será la compañía la encargada del mantenimiento.
El consistorio espera que esta sea la solución definitiva al problema, y que el aumento de las medidas de seguridad en este tramo disuadan a los posibles delincuentes de actuar, al menos, en este punto. Desde la empresa, también confían que la ribera del Ebro deje de sufrir este tipo de actuaciones. "Los servicios municipales han limpiado y arreglado las instalaciones en numerosas ocasiones, pero los vándalos vuelven a destrozar todo", explicaron hace unos días las trabajadoras del club.
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