«Este polígono es un paraíso para los ladrones»Empresarios de Usurbil denuncian continuos robos. Industrias instaladas en el complejo de Zumartegi sufren una veintena de asaltos y exigen medidas para frenar esta delincuencia
Una vista del polígono industrial de Usurbil donde están cometiendo los robos
Mikel tiene una empresa en Usurbil. Ayer de madrugada, se despertó sobresaltado. Eran las dos. Miró el teléfono por si tenía alguna llamada perdida. No había nada, respiró algo más tranquilo «No sé por qué, pero tenía la sospecha de que los ladrones nos iban a entrar de nuevo. Ya lo hicieron la semana pasada, el mismo lunes que intentaron llevarse el tabaco del almacén de Martutene. Cuatro días antes también lo habían intentado. En el último año han venido a robar en seis ocasiones. Este polígono es un paraíso para los ladrones».
La de Mikel es una de las cerca de cincuenta empresas que se levantan en el polígono Zumartegi. El complejo parece haberse convertido en objetivo prioritario de los ladrones. Los propietarios muestran ya signos de hartazgo. Desde mayo del pasado año llevan contabilizados más de una veintena de robos; prácticamente no hay industrial que no haya sufrido por lo menos un intento. «En 2010, sólo nosotros tuvimos una racha de cuatro seguidos. Irrumpían cada dos semanas. La primera vez lo intentaron por la puerta principal, accedieron hasta el cajetín de la alarma, la aporrearon, pero no se desactivó y se marcharon. La segunda hicieron lo mismo, pero entraron un poco más y rompieron un par de puertas. La tercera llegaron hasta la oficina y se dedicaron a destrozar todo aquello que activaba la alarma. Ya la cuarta vez accedieron por el tejado para evitar los sensores. Tampoco lo consiguieron pues pretendieron descender por un lugar en el que precisamente había uno. Cada vez que entran, avanzan unos pasos hasta que finalmente llegan a la caja de seguridad », explica Mikel.
Las oleadas de robos en Zumartegi comenzaron hace aproximadamente un año, si bien en las últimas semanas se han intensificado. En dos meses se llevan contabilizados nueve, a los que hay que sumar al menos cuatro más en establecimientos comerciales de la localidad. Ayer se perpetró el último en una panadería, precisaron fuentes empresariales.
Ayuntamiento y Ertzaintza
La sucesión de este tipo de acciones delictivas ha llevado a los empresarios a dirigirse tanto al Ayuntamiento de Usurbil como a la Ertzaintza. «La corporación nos ha indicado que esta semana van a estudiar el caso y que nos darán una respuesta. Desde la Ertzaintza, algunos de sus miembros nos han comentado que no tienen suficientes efectivos y nos animan a dirigirnos a instancias superiores».
Mientras aguardan la respuesta de las instituciones, los empresarios aseguran sentirse indefensos. «Una de las veces que accedieron a una de las empresas los autores efectuaron cinco agujeros en el techo. No sé cuánto tiempo tardarían, seguro que bastante. Lo que está claro es que campan a sus anchas. No tienen prisa ni miedo, como no hay vigilancia...», explican.
Los industriales afirman que «los polígonos industriales están solos y no dudo de que la Ertzaintza efectúe vigilancias periódicas, pero también es cierto que los ladrones controlan mejor a la Policía que ellos a los delincuentes», señalan varios de ellos.
Algunos empresarios proponen que el Ayuntamiento habilite patrullas nocturnas de la Guardia Municipal. «En este polígono se pueden instalar también puertas de entrada y si alguno necesita que se las abra, podría llamar a esa patrulla de la Guardia Municipal. De lo que se trata es de poner impedimentos para atajar esta escalada de robos. Si no adoptan ninguna medida, es posible que no nos quede otra alternativa que la de marcharnos», afirman.
Los afectados han estudiado la posibilidad de contratar los servicios de una empresa de seguridad privada, pero el elevado coste desanimó a los propietarios. «La presencia de un guarda suponía un desembolso de 6.000 euros al mes y como se trata de un espacio abierto, nos aconsejaban que fuesen dos los vigilantes. Además, no todos los dueños estaban dispuestos a ello», indican empresarios consultados.
El dinero
El móvil de los ladrones no es otro que el dinero de las cajas de seguridad, y aunque en alguna ocasión se han llevado ordenadores, no es lo frecuente. Las empresas prefieren no desvelar la cuantía de lo sustraído durante este tiempo y admiten que sólo los destrozos que causan hacen que las facturas de reparación se disparen. Hay incluso establecimientos que han sido víctimas de tantos robos que los seguros han decidido rescindir los contratos. «Sólo en desperfectos, nosotros hemos tenido pérdidas de 8.000 euros, a los que hemos de añadir otros seis o siete mil que hemos invertido en reforzar los sistemas de seguridad. Y ahora estamos estudiando la posibilidad de instalar alguno en los tejados, pero los precios se disparan. Y lo peor es que la inversión no te garantiza que no te vayan a robar», explica Mikel.
La penosa experiencia que acumulan estos empresarios hace que ya nadie deje efectos de valor en las instalaciones. «Con el historial que acumulamos, quién va a dejar dinero, ni en la caja fuerte ni en ningún sitio», afirman.
http://www.diariovasco.com/v/20110517/al-dia-local/este-poligono-paraiso-para-20110517.html