Robo en marratxí. aprovecharon la ausencia del vigilante de seguridad para cometer el asalto
Los ladrones entran de noche en un centro comercial y arrasan una joyería
Los delincuentes entraron por el tragaluz, inutilizaron la alarma y se llevaron piezas por valor de 200.000 euros
J.F. MESTRE. PALMA. Obra de delincuentes profesionales. Los
ladrones hicieron su entrada la pasada madrugada en el centro comercial
Alcampo, en Marratxí. Arrasaron una joyería, robaron más de 200.000 mil
euros en piezas de oro y provocaron destrozos en varios
establecimientos. Y lo hicieron tras entrar a través de una trampilla
del tragaluz del techo y descender con unas cuerdas hasta alcanzar el
suelo. Aprovecharon la ausencia del vigilante de seguridad para
llevarse todo lo que quisieron de la joyería "Miró Fernando", ubicada
justo enfrente de una de las entradas de la gran superficie comercial.
El propietario del comercio, indignado por lo ocurrido, afirmó que no
tiene dudas de que ha sido obra de una banda organizada. Fernando Miró
denunció que "no ha sido obra de un ladrón, sino de una banda. Mi
tienda la han asaltado varios delincuentes, no tengo ninguna duda".
Parece ser que no es la primera vez que los delincuentes entran a robar
en las tiendas de los centros comerciales de esta cadena. Sin embargo,
hasta ahora todos se habían cometido en la Península. Ayer por primera
vez, desde que el centro de Marratxí abrió hace ya más de una década,
no se había producido ningún robo como el perpetrado la pasada noche.
"Los delincuentes que antes robaban en la Península lo están haciendo
ahora en Mallorca", señaló Miró.
La Guardia Civil realizó ayer una amplia inspección ocular en el
escenario del asalto. Se buscaban huellas de los ladrones. Pero los
delincuentes expertos apenas dejan señales. Los ladrones inutilizaron
la alarma y rompieron los cristales de los escaparates de la joyería.
Antes, rompieron la trampilla del tragaluz y descendieron por cuerdas.
Posiblemente la utilizaron después para huir. Emplearon guantes para
llevar a cabo el robo y antes de romper los cristales del escaparate
arrojaron salfumán sobre ellos para reblandecerlos. Entraron con
facilidad en la joyería. Y después robaron todas las joyas que
encontraron. También tuvieron tiempo para seleccionar los relojes más
valiosos para llevárselos. Dejaron en el escaparate las piezas que no
les interesaba, si bien sobre muchas de ellas arrojaron salfumán, con
las consecuencias que ello provoca en la maquinaria de estos relojes.
Sin duda, un golpe perfecto. El dueño del comercio calcula que el
perjuicio por el robo puede alcanzar los 200.000 euros. "Hablo de
precio de coste", aclaró.
No fue hasta las cinco de la mañana cuando se descubrió el asalto. Se
descubrió cuando el vigilante de seguridad hizo una ronda. Ya era
tarde. Los ladrones ya había logrado huir.