El cobre robado alcanza valores millonarios
Los empresarios apuntan que la reducción de las obras hace que las sustracciones se centren en el alumbrado público
F. GUIJARRO. PALMA. El robo de cobre en Balears alcanza un valor "millonario", según destacan las patronales más afectadas por estas prácticas delictivas, al tiempo que se señala que el descenso en la actividad constructora explica en parte que, a falta de obras donde llevar a cabo las sustracciones, éstas se estén dando ahora de forma tan acentuada en el alumbrado público.
Desde las asociaciones de constructores y de instaladores eléctricos se indica que durante el último año se ha detectado un debilitamiento de este tipo de robos, fruto de un recorte en el elevado valor del cobre, del aumento de las medidas de vigilancia que aplicaron las propias empresas y de la reducción en el número de obras de construcción, pese a lo cual el valor de lo sustraído se sigue midiendo en millones de euros, según sus estimaciones.
El presidente de la asociación balear de instaladores eléctricos (Asinem), Jaume Fornés, afirma que hay empresas de su sector a las que el valor del cable de cobre robado durante 2009 ha supuesto unas pérdidas de 15.000 a 18.000 euros, y ello a pesar de las medidas que se han ido tomando para impedirlo. Además, recuerda que en las islas se contabilizan unas 700 sociedades dedicadas a esta actividad, lo que permite calibrar el alcance del problema.
Por su parte, su homólogo en la patronal de fontanería (Infocal), Ernesto Juanico, indica que en su sector la sustracción de tuberías de cobre es mucho menos frecuente, pese a que en su caso se han dado robos de piscinas de material plástico o puertas de aluminio, por citar algunos ejemplos. El director de las asociación de constructores, Manuel Gómez, recuerda que estos incidentes fueron muy frecuentes durante los años del boom de la edificación, pero que ahora se han reducido.
Sin embargo, se apunta también que el objetivo de los delincuentes parece haber cambiado, a la vista de las citadas dificultades. Según el concejal de Infraestructuras de Palma, Francisco Donate, a partir del verano pasado se comenzó a detectar el problema, con la creciente desaparición del cableado de cobre de las farolas en los polígonos, una tendencia que el director de la Asociación de Industriales de Mallorca (Asima), Alejandro Saenz, afirma que alcanzó su punto álgido el pasado mes de diciembre, cuando amplias zonas del polígono de Can Valero estaban a oscuras por la ausencia de ese cableado.
El problema detectado era doble. En algunos casos, se descubrió que se accedía al cableado de las farolas, se ataba a un vehículo y éste lo arrastraba fuera de sus conducciones. En otros, se detectó que dichos cables se cortaban para dejar la zona a oscuras y favorecer otros actos delictivos, como robos en las naves o venta de drogas.
Donate destaca que el hecho de que este tipo de robos se estén intensificando en las infraestructuras públicas no es exclusivo de Palma, y subraya que el problema es igualmente importante en otras zonas, como Marratxí.
Sólo en los polígonos de la capital balear, el valor del cable de cobre sustraído se ha movido entre los 40.000 y los 50.000 euros, una cifra que se viene a sumar a la del sector privado y la que deben afrontar otros consistorios isleños.
Francisco Donate destaca que, después de reponer en dos ocasiones el cableado de Can Valero tras otras tantas sustracciones, en Palma se ha adoptado la iniciativa pionera de soterrar las arquetas de distribución y de sellar las tapas de las farolas. El resultado ha sido "óptimo", según destacó, ya que de momento estas instalaciones se mantienen intactas, aunque esta "experiencia piloto" ha conllevado un desembolso para las arcas municipales de 24.000 euros.
También el sector privado se ha visto obligado a destinar recursos económicos para afrontar estos robos. El director de la patronal balear de constructores recuerda que inicialmente algunas empresas optaron por instalar cámaras de vídeo, "lo que no sirvió de nada porque lo que hacían era romperlas". Después se negoció un acuerdo con una empresa de seguridad privada para que los edificios en construcción tuvieran un vigilante. Sin embargo, los resultados no eran siempre los esperados y el coste se demostró excesivo. Finalmente, se ha optado por asegurar los materiales ante cualquier posible sustracción.
También Gesa ha reforzado la seguridad a los accesos y puntos de ventilación de sus instalaciones, con el fin de evitar tanto hurtos como también la entrada de cualquier animal que pueda ocasionar una avería.
http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2010/02/15/cobre-robado-alcanza-valores-millonarios/545523.html