El titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao ha imputado tres delitos (lesiones, amenazas y daños) a los dos implicados en un tiroteo registrado el 29 de agosto de 2008 en la estación de tren de Abando, en Bilbao. En el enfrentamiento, Carlos de Jesús, escolta de un edil del PP de Portugalete, hirió de gravedad al vigilante de seguridad César Carmona, quien trabajaba en las instalaciones, tras mantener ambos una fuerte discusión. Otra persona resultó herida durante el incidente, ocurrido poco antes de la hora de comer en una estación que utilizan miles de personas cada día.

La defensa del vigilante jurado ha recurrido a la Audiencia

El juez considera que la actuación de ambos es reprochable, según explicaron fuentes jurídicas. La defensa del vigilante, disconforme con el auto de apertura del procedimiento abreviado, planteó un primer recurso que fue desestimado por el juez. Su recurso ante la Audiencia Provincial de Vizcaya sigue todavía pendiente de resolución.

Los hechos ocurrieron poco antes de las dos de la tarde del mencionado día. Un ertzaina que participó en la investigación reconocía horas después del incidente que fue un milagro que no se registrasen más heridos. Personas cercanas al vigilante aseguran que no tenía ninguna relación con el escolta -incluso apuntan que todo pudo desencadenarse por roces con otro vigilante-, mientras que fuentes próximas al escolta sostienen que ambos se conocían de vista.

El vídeo de seguridad ha permitido constatar que ambos discutieron un primer momento. Segundos después, Carmona bajó por las escaleras mecánicas, situadas a unos metros del lugar donde De Jesús seguía con otro guardaespaldas. El escolta siguió increpando al vigilante hasta que terminó desenfundando y apuntándole con su pistola reglamentaria. Carmona reaccionó sacando la suya.

Durante un instante, la mediación del otro escolta parecía haber evitado un incidente más grave y ambos guardaron sus armas. Sin embargo, Carmona subió poco después las escaleras en busca del escolta y volvió a empuñar su pistola. En la entrada del restaurante Bocatta empezó entonces el intercambio de disparos. Carmona recibió dos impactos y cayó al suelo. Otro tiro rompió una cristalera y un tercero hirió en el brazo a S. A., un viajero que pasaba en ese momento por allí.

Varias decenas de personas debieron tirarse a l suelo para evitar recibir un disparo fortuito. El vigilante, quien recibió las primeras asistencias en la misma estación, tuvo que ser trasladado al Hospital de Basurto para ser atendido, mientras que el escolta era detenido por la Ertzaintza.

De Jesús llevaba apenas unos meses trabajando como escolta, contratado por la empresa Ombuds Seguridad.

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