Le pido mis más sinceras disculpas si el término de “Segurita” le ha parecido ofensivo, nada más lejos de mi intensión. Agradezco como cualquier ciudadano las labores que estas personas realizan, como usted bien apunta, a veces con peligro para sus vidas. Siempre por supuesto cuando lo hagan respetando las leyes y sin vulnerar la constitución y los derechos de las personas.
Le aclaro que cuando fui a presentar la denuncia en la comisaría, pensaba referirme a dicha persona por el nombre de “Agente de Seguridad” pero no estaba seguro de si esto era correcto, así que hice la consulta en la misma comisaría de la policía nacional y me aclararon que no era correcto porque hace como dos años dejaron de ser considerados “Agentes”. Así que opté por el término “Segurita” porque es el que siempre he conocido y dado que soy un neófito en este campo, no se me ocurrió que pudieran llamarse de otra manera. Gracias a usted, ahora se algo que desconocía, lo correcto es “Vigilante de Seguridad”.
Le quiero aclarar, que en lo sucesivo no podré seguir contestando a todo aquella persona, que interesada por este tema, me escriba algo. Prometo que siempre lo leeré y sacaré la información positiva que se me aporte, como ha hecho usted ahora explicándome amablemente cuál es el término correcto.
Su caso es especial, y por ello me he visto obligado a dedicarle unos minutos.
Yo no sé si usted sabrá que en el día de hoy me he personado en el Centro Comercial de Las Terrazas, acompañado por un Agente de la Policía Local de Urbanismo de Telde y un Técnico Municipal de Urbanismo, con el objeto de que se levantara acta por personal funcionario especializado, de una serie de cosas que servirán como pruebas a presentar la semana que viene en la fiscalía.
Le comento esto, porque en dicha visita, en un momento dado, les recomendé a los funcionarios que hicieran la inspección ellos solos, mientras yo esperaba en el patio central del edificio, con el fin de ser lo más discretos posibles y no perjudicar la imagen del Centro Comercial, y mientras yo permanecía solo, me abordó un “Vigilante de Seguridad” que se parece mucho a usted, el cual me intimidó y me quería obligar a abandonar las instalaciones a la fuerza. A raíz de ahí, la cosa fue de mal en peor y se montó un verdadero espectáculo cuando cinco Vigilantes de Seguridad me estuvieron intimidando y coaccionando agresivamente, todo ello por orden del Sr. Ambrosio como él mismo me confirmo más tarde. Afortunadamente unos seis vecinos de Jinamar vinieron en mi defensa y se convirtieron en mi escolta improvisada, por lo que les estoy enormemente agradecidos, hasta que hizo presencia la Policía Nacional atendiendo mi requerimiento, tal como usted ha indicado que se debe actuar. Quizá logre convencer a uno de estos vecinos de Jinamar para que escriba a este medio lo que pudo vivir esta mañana en ese Centro Comercial, ya que depende de su voluntad y yo debo respetar su libertad y sus derechos.
No estoy seguro de si se trata de usted o no de ese primer Vigilante de Seguridad, porque el parecido es muy grande. No obstante la Policía Nacional identificó a cada uno de ellos, aunque yo no poseo esa información, como es lógico.
Si no es usted, le pido mis disculpas, y su silencio lo interpretaré como que me he equivocado de persona.
Tengo la duda, porque usted se presenta en su artículo como “del vigilante para…” pero después al final dice que no lo es.
Sin embargo, si se trata de usted, no hará falta que le explique mas sobre lo ocurrido, pues usted fue protagonista, y además quedó constancia de todo lo sucedido en lo captado por las cámaras de vigilancia, que me imagino que existirá algún tipo de reglamento para este tipo de empresas que le obligará a velar por esa información visual y protegerla de posibles daños o borrados, hasta que posiblemente sea solicitada por la justicia como prueba. Si tengo razón en esto, le agradecería que nuevamente nos ilustrara, en beneficio de todos los lectores de este medio, ya que esa información puede resultar de mucha utilidad a cualquiera de todos nosotros como consumidores que somos.
En beneficio de nuestros lectores, que seguro quieren aproximarse a la verdad de la información, sin tener que estar debatiéndose entre una versión u otra, yo le agradecería, en caso de ser usted ese Vigilante de Seguridad, que enviara a este medio una respuesta manifestando su consentimiento y autorización, para que yo pueda enviar a teldeactualidad un archivo de audio que recoge las palabras que usted me dirigió. Le aclaro que todo lo sucedido en la mañana del viernes, fue grabado, absolutamente todo, desde el principio, hasta que me fui. Si adicionalmente sus compañeros Vigilantes de Seguridad se sumaran a esta iniciativa, pues tanto mejor, pues así nuestros lectores podrán hacerse una idea objetiva sobre lo que yo expondré en la denuncia por lo sucedido, y por las afirmaciones que creo que usted ha dicho por alguna parte de su escrito, salvo que esté cometiendo un error, acerca de que yo pude vulnerar algo.
Yo estoy totalmente de acuerdo de hacer pública esa grabación, y que se conozca por los ciudadanos lo que ha ocurrido en ese Centro Comercial, si todas las partes implicadas lo autorizan. Por mi parte yo no tengo absolutamente nada que ocultar, más aún cuando la presencia de dos funcionarios municipales requeridos por un ciudadano supone un acto oficial.
Con su permiso, y sin ánimo de ofenderle, mi sexto sentido me dice que usted ha recibido ayuda de alguien para escribir lo que ha mandado a teldeactualidad, y si así es, imagino que tendrá que consultar con esa persona para saber si debe usted o no de dar su consentimiento para publicar el audio que poseo. Si me estoy equivocando le pido mis más sinceras disculpas. Yo suelo pedir opiniones cuando escribo mis artículos, y pienso que igual deben de hacer los demás.
Sobre otras cuestiones de interés público y con carácter político sobre las que ha demostrado tener interés, le invito a que siga leyendo cada día este medio, que seguro que en él encontrará muchas respuestas a sus inquietudes a lo largo de los próximos días y semanas.
Reciba mis saludos, y tal como le dije antes, no podré contestar más a este tipo de asuntos en los próximos días, por falta de tiempo, no porque no me gustaría. Para mí es un placer intercambiar impresiones con otro ciudadano sobre temas tan interesantes. Cada día aprendo algo nuevo. Reitero mis disculpas si he confundido su identidad con la de otra persona.
Gonzalo Cáceres Farías es vecino de Telde, empresario y político.
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