La Fiscalía propone prohibir las fotos en las iglesias para proteger el patrimonio
El departamento que dirige Carlos Varela aconseja controlar las llaves y los accesos para evitar los robos
El fiscal, Carlos Varela, y el arzobispo, Julián Barrio, ayer, en la reunión de la comisión
La Fiscalía Superior de Xustiza de Galicia es partidaria de que más vale prevenir que lamentar. Después de lo ocurrido con el Códice Calixtino, cuya sustracción se produjo hace ya más de dos meses y medio de la catedral de Santiago, todas las precauciones parecen pocas y hay que vigilar lo que queda y así lo expuso ayer en la comisión formada por Xunta, Arzobispado, fuerzas de seguridad y Fiscalía que trabaja para elaborar un protocolo, "Igrexa Segura", destinado a proteger el patrimonio eclesiástico. En todo caso, será la Iglesia, señaló el fiscal superior de Xustiza de Galicia, Carlos Varela, quien tenga que asumir el coste de las medidas de seguridad.
Aunque todavía no se ha firmado nada en firme –parece que habrá que esperar un par de meses para que exista un borrador consensuado entre las tres partes–, si la Iglesia finalmente asume las propuestas de seguridad que realiza el departamento que dirige Carlos Varela presentadas ayer en la reunión, se restringirán, entre otras cosas, las fotografías en "el interior" de cualquier templo de la comunidad, "salvo con autorización expresa del párroco".
Claro que tampoco merecerá demasiado la pena sacar la cámara porque la Fiscalía sugiere que si existen objetos de gran valor que no pueden ser "adecuadamente" protegidos, lo mejor es sustituirlos por réplicas. Los originales, aconseja, solo deben sacarse "en condiciones especiales o en ceremonias de relevancia".
Y es que, visto el documento que contiene sus propuestas, para la Fiscalía no basta con incrementar las medidas de seguridad tradicionales, como alarmas o vigilantes, sino que las sugerencias –catorce páginas en total– incluyen actuaciones en todos los ámbitos, desde la restricción del acceso a los inmuebles –a través de una única entrada, subrayan, y siempre de día– al control de las llaves, un aspecto que la Fiscalía define como "fundamental". No en vano tras el robo del Códice Calixtino se especuló con la posibilidad de que las llaves estuvieran puestas en la puerta de la sala de seguridad en la que se conservaba la valiosa obra del siglo XII.
Al respecto, el departamento de Carlos Varela propone que exista un responsable de las llaves –bien sea el propio párroco o un feligrés designado por él– que deberá llevar registro de todas las copias existentes así como de a quiénes son entregadas. "Este registro deberá estar permanentemente actualizado y guardado en lugar seguro", señala la Fiscalía. Por supuesto, las llaves no deben caer en manos extrañas. Ni siquiera en las de las agencias funerarias o familiares del difunto en el caso de velatorios, dice.
La Fiscalía constata que la "mayor incidencia" de robos o hurtos en los templos se produce de día "por insuficiente o inexistente vigilancia". O bien, explica, las piezas son "fácilmente accesibles" o bien los robos se producen "con ocasión de obras de construcción, rehabilitación u otros eventos cuando no causa extrañeza la circulación de desconocidos –particularmente con ropa de trabajo– transportando objetos pertenecientes a la iglesia". Esta última circunstancia también se produjo durante la sustracción del Códice Calixtino: la catedral estaba en obras. Cuando se dé una situación similar, la Fiscalía aconseja guardar los objetos de valor o que los operarios vayan identificados con placa.
Para la Fiscalía, es "obvio" la necesidad de implantar equipos de seguridad –cuyos costes debe asumir la Iglesia, según el fiscal, aunque, recalca el documento, hay dispositivos "relativamente baratos"–, pero también es básica la organización. "A menudo tiende a ser pasada por alto, pero es absolutamente fundamental", aseguran, y debe pasar por el inventario de los bienes, el control de las llaves, la vigilancia y el control de acceso a los bienes.
Respecto a la vigilancia, la propuesta de la Fiscalía propugna que, si la iglesia está abierta, exista una –aunque "preferentemente" deban ser dos– personas encargadas de asumir la tarea, aunque esa no tiene por qué ser su función en exclusiva. En ese sentido, conminan a los párrocos a que aprovechen de "forma saludable y útil" el "sentimiento de pertenencia y orgullo" de su patrimonio por parte de las poblaciones locales y "capten" y "escojan con criterio" a feligreses "conocidos y con el perfil adecuado" para realizar esta función. Tras cerrar al público, estos vigilantes deberán verificar que todos los objetos de valor sigan en su sitio, que puertas y ventanas están bien cerradas –con "cierres reforzados y en buen estado"– y que nadie se quede escondido en el recinto. Además, recuerdan a los párrocos que los objetos de valor "que no vayan a ser utilizados" se deben guardar "en una caja de seguridad" o en "salas de acceso restringido o controlado". A mayores, aconsejan que para prevenir que un ladrón pueda entrar por el tejado subiendo por la pared, se utilice pintura derrapante en los muros.
http://www.farodevigo.es/galicia/2011/09/27/proponen-retirar-fotos-iglesias-evitar-robos/583554.html