El sindicato asegura que fue un despido "improcedente"
Una vigilante jurado se encuentra en huelga de hambre desde hace cinco días en el aeropuerto Reina Sofía, en el sur de Tenerife, en protesta por su despido, que se produjo, afirma, cuando se encontraba embarazada de su quinto hijo.
En una carta hecha pública hoy martes por la central sindical Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada, Mónica González Brevers, la trabajadora despedida, pide que se revise todo el expediente de su despido, que fue, indica, declarado como "improcedente".
La trabajadora, según indica en su carta, ejercía de vigilante jurado en ese aeropuerto contratada por la empresa Seguridad Integral Canaria S.A., y según señala sus problemas comenzaron por una "simple discrepancia" con la esposa de un Guardia Civil que también trabajaba como vigilante de seguridad.
En su opinión, ha sido tratada como "moneda de cambio", ya que "mi cabeza podía costarle a Integral Canarias la licitación del aeropuerto", y acusa al Ministerio del Interior de "realizar falsos oficios" para su despido, lo que aconteció cuando estaba embarazada de su quinto hijo.
La trabajadora se queja en el escrito de que todas las administraciones han guardado silencio ante su caso y señaló que tras meses sin cobrar ha sufrido varios embargos y padece una situación económica "preocupante".
Aclara que el único propósito de la huelga de hambre que comenzó el pasado viernes, es que se revise su expediente y "se me devuelva mi vida", y agrega sentirse víctima de los "abusos" de la Guardia Civil "que ha exhibido mis sentencias del Juzgado de lo Social como quién muestra un trofeo de caza".
La mujer señala que confíe que se solucione esta situación lo antes posibles "y no precisamente por mí sino por mis hijos ya que entiendo que no es plato de buen gusto el ver a su madre en esas condiciones".
La empresa Seguridad Integral Canaria ha denegado hacer declaraciones.
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